27 junio 2008

Viernes musical, de premios y de Podcast!

Otro viernes mas y muchas cosas por hacer. Hace unos días me encontré con un par de regalos en los blogs de mis amigas Vane y Vicky.
El primero es el Árbol de la Felicidad otorgado por Vane desde la mismísima Republica Oriental del Uruguay. Muchas gracias amiga por el reconocimiento. El premio esta aquí a un ladito.

El segundo, es otorgado por Victoria , se llama El Premio Arte y Pico a la creatividad, y este lleva sus reglas a seguir, pero como yo soy bien rebelde, me salteare algunas, puesto que se me hace un mundo el tener que seleccionar solo cinco blogs, además que algunos ya me los ganaron con anterioridad. Aquí abajo verán la muestra del premio, Vicky es quien me lo otorga (el enlace a su blog esta haciendo clic en su nombre) y también la referencia al creador del Premio Arte y Pico .



Y es Viernes Musical, no podía faltar, pero ahora, me aviento a esta nueva aventura / proyecto que llevaba entre manos ya por algún tiempo. Así que después de algunas horas largas de investigación, ensayo y error, chicanadas y demás, logre este pequeño Podcast de inicio, el cual incluirá además de intro de canciones, algunas otras curiosidades como comerciales chuscos e imitaciones de voces. De verdad que esto es un gusto que me doy y que quiero seguir conservando mientras tenga tiempo y vida, para hacer que el payaso siga sonriendo, ya empezó, ahora que se siga.

Precisamente por ser vienes, les dejo pues esta canción que me remonta a mi época universitaria, y de esperar con ansias los viernes para ir a dar el “roll”. Disfrútenla, aquí esta en formato Youtube, pero arriba esta el link al podcast inaugural del proyecto de este loco mas que gusta de la música retro, la radio y de las voces....







Un abrazo a todos, y que tengan un excelente fin de semana. Ah y no duden en dejar sus comentarios en el podcast, se aceptan todo tipo de criticas, así es como se crece.
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22 junio 2008

Como risa de payaso


El ser humano como tal, siempre vive de luchas y de búsquedas, lucha por sus ideales, por la justicia o cuando se pierde la brújula, por sus propias conveniencias. El hombre busca satisfacer sus necesidades básicas y algo más. Eternamente ha buscado respuesta a los enigmas que lo rodean, como la vida y la muerte. Uno en particular que le lleva toda su vida a un eterno caminar, es el de la búsqueda de la felicidad.

De niños, la felicidad parece ser lo más sencillo de obtener. En repetidas ocasiones he compartido aquí recuerdos de la infancia, recuerdos de juventud, pedacitos de vida y alma que, a manera de conciencia colectiva, logran robarnos una sonrisa, un buen recuerdo de que la felicidad ahí estaba en un juego sencillo, en la imaginación y creatividad del niño, en las aventuras de juventud, en las cosas más sencillas de la vida.

Todo era tan sencillo como ir a ver al payaso de circo o de fiesta de cumple. Las acciones más simples, entre gritos, pitos, risotadas y narices rojas eran suficientes para reír por días, semanas inclusive. No cabe duda que la vida era más fácil, o ¿lo era?

Hoy en día, existen diferentes doctrinas, corrientes ideológicas y más, que nos tratan de indicar el camino a esa felicidad, debido a que, como por arte de magia, en repetidas ocasiones el humano pierde esa capacidad para encontrarla de nuevo en las cosas más sencillas de la vida. Decimos que la vida ya no es fácil, que la vida no es la misma que la de los tiempos de antes, que simple y sencillamente, nadie nos dijo que la vida era así de difícil. Pienso que son simplemente excusas, esas que utilizamos para escondernos detrás de nuestro disfraz de ejecutivo, de adulto serio y responsable, por miedo a dar una imagen de debilidad, si es que se nos ocurriera dejarla de lado todo eso por unos segundos, y demostrar que nos podemos reír como antes, ser felices como antes, con brincar en un simple charco, dejar que la lluvia nos moje así, tal cual apareció, o compartir una sonrisa con el niño que se nos atraviesa con un pelotazo en el vientre.

Pero luego, otra cosa es cierta, ahora somos adultos llenos de responsabilidades. Ahora somos nosotros los que tomamos las decisiones. Y es cuando la nariz roja del payaso ya no nos divierte, porque nos cerramos, nos escondemos, nos negamos, y que sé yo, otra infinidad de razones o pretextos.

Dejemos salir otra vez a ese payaso, a esa nariz roja, a esas risas, a eso sencillo de la vida. El payaso es humano como tú y como yo, también llora, también sufre, también paga hipoteca o renta, también comete errores en sus decisiones, pero, al final del día, se regocija en arrancar aunque sea un par de sonrisas, a chicos y grandes.

Es verdad, el payaso no esta riendo, he aquí mi tarea, habrá que hacerlo reír...
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20 junio 2008

No podía faltar (seguimos choles)

Otro Viernes mas, de muchas emociones, trabajo, tareas, desvelos, que se yo. Ansiamos el Viernes como quien ansia la puerta de salida después de un largo viaje en un elevador repleto de gente. Se abre la puerta al fin de semana, y a algunas actividades de descanso y otras que aunque sean laboriosas, pudieran dejarnos mas de lo que nosotros mismos pensamos.

Vuelve el Viernes y vuelve a mi mente, el recuerdo de aquel programa “Friday Night Videos” y volvemos a desempolvar una rolita de alguien que para mi gusto es un tipazo, un músico completísimo (ex Genesis). Este sin duda alguna fue también uno de los primeros videos que vi de adolescente, parte del soundtrack del mismo nombre (por cierto, que chistoso es ver a James Woods tan jovencito en las escenas del video y a Jeff Bridges ¿antes o después de King Kong?)

Así es, seguimos con las baladitas, un poco de sentimientos a flor de piel, de bailes pegaditos y de buenos recuerdos, de hace años como de ayer. Tomemos todo esto que la vida nos ofrece, porque no sabemos cuando se va a acabar, tomémosle sin miedo, es nuestro...



Un abrazo de fin de semana a todos... otro Viernes musical llegó...
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17 junio 2008

Desempolvando el alma


Hoy quiero desempolvar mi alma, sacarla a dar un paseo por diferentes latitudes, darle a tomar unos tequilas, afinar garganta y cantar hasta el amanecer, guitarra en mano, harmónica o cd player.
Es tiempo de liberar demonios y enfrentar realidades. Es tiempo de reír, gozar, crear, amar. Es tiempo de retomar sueños olvidados en algún rincón de ese nostálgico ático, en el que he ido guardando recuerdos, alegrías, ángeles y demonios. Fantasmas chocarreros que hacen ruido por las noches, pero que mi canto expulsa entre copla y copla, entre arpegio y requinto.
Abriendo la ventana en esta noche de verano, de ciento y pico de grados, de calor humano, de calor del alma. Con la leve brisa que mueve las cortinas, entra un soplo de amor, de vida, y a su vez purifica el ambiente, se lleva lo marchito, y vuelve a mi, la musa que andaba perdida, que siempre estuvo ahí, disfrazada de simple espectador, de secretaria, de enfermera, de noche y de día.
Las noches seguirán siendo tibias, pero seguirán siendo para crear... sueños, historias, risas y amor.
El polvo se va poco a poco, mientras cae la noche en mi silencio...
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13 junio 2008

Y llegó otro mas

De nuevo hurgando en el ático, de nuevo escudriñando en los rincones, en las cajas, desempolvando, buscando nada, simplemente estar ahí, como repasando una especie de inventario mental de lo que por ahí se esconde en ese rincón favorito, de poca luz, de humedad, pero sobre todo de paz, y de reflexión.

Encontré algunas fotos y de nuevo algunas rolas y vinieron a mi mente recuerdos de la apoca de estudiante. La secundaria, la prepa, que se yo, esos primero bailes a los que nos dejaban ir, donde entrábamos con un ritmazo al salón, pero al mismo tiempo con una gran inmadurez.

Vienen a mi esas sensaciones, ese hormigueo previo a tomar el valor suficiente y dirigirse a la mesa de la muchacha previamente seleccionada e invitarla a bailar. Aquí comenzaba nuestra practica de campo al rechazo y sus diferentes facetas. Cuando se corría con suerte y la chica en cuestión aceptaba la invitación, se sentía uno logradísimo, en los cuernos de la luna, y no quedaba otra mas que echar mano de las mejores técnicas y a no quedar mal en el baile.

Luego, después de varias canciones de moda, esperábamos con ansias el momento en que pasaran las baladas para así poder bailar pegados. Los nervios volvían, la teórica del rechazo y todo lo demás, pues había que preguntar a la chica si quería seguir bailando “de esas”. Y de nuevo sentir la gloria cuando la chica accedía a seguir bailando “las pegaditas”. Que momentos aquellos dando nuestros tropiezos en ese camino de ir conociendo mas a las chicas y las cuestiones amorosas.

Y una de esas canciones es la que les dejo este Viernes musical, de un dueto australiano que dicho sea de paso, los acabo de ver hace un par de meses en un “infomercial” de baladas románticas. El video es bastante malito para mi gusto, jejeje pero bueno, no se les puede exigir tanto, pues la rolita es muy buena, no me dejaran mentir. Por eso no me sorprende encontrar la música que me gusta en el anaquel de “especial mitad de precio”, que es como un “lléveselo ya por viadedios”.
Feliz Viernes.

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10 junio 2008

El destino llega temprano


La hora de la cita se acercaba, seis de la mañana en punto, en aquel edificio de fachada de ladrillos oscuros al fondo de la calle, quinto piso, justo en el centro de la ciudad, que a esas horas de la mañana, pareciera perfecto para un retrato sin obstáculos ni movimiento. Calles vacías, algún perro por ahí, el vapor de los colectores saliendo por las alcantarillas de las calles... las seis y sereno.

Paco apresuraba el paso, aunque iba a buen tiempo, no quería llegar tarde ni por equivocación, sabia lo relevante que era la puntualidad en ese nuevo entorno, un paradigma de disciplina y valores. Bajó del autobús en la estación más cercana, a dos cuadras del edificio, apretó el paso, y identificarse con el guardia de la entrada, su respectiva “bolseada”, la indicación a los elevadores, y al quinto piso. Al llegar, se dirige a una especie de escritorio de información, le reciben su nombre, le dan varias formas a llenar, le indican que su nombre seria llamado junto con el de otras personas (entrarían en grupos) y se sienta en una especie de sala de espera.

Mientras Paco llenaba las formas de historiales clínicos, sus nervios iban creciendo, y varias veces pasaba por su cabeza la ya famosa frase “que estoy haciendo aquí”, pero luego meditaba unos segundos y seguía adelante son su tarea. Compartía la sala con otros chicos que se encontraban ahí, mas dormidos que despiertos, todos con miradas esquivas, nerviosos, callados, cada cual en su mundo. Trataba de vencer los nervios viendo la pantalla de televisión que había en la esquina de aquella sala; solo noticieros a esa hora de la madrugada; a tratar de entender algo de lo que ahí se decía.

Llego la hora: un joven ataviado en traje de enfermero sale y nombra a cinco personas, entre ellas el nombre de Paco. El grupo es guiado a una sala tipo consultorio de doctor, de dimensiones más grandes de lo normal. Se les pide que hagan varias cosas, sacar la lengua, decir “ahhhhhh”, voltear la cabeza a la izquierda, a la derecha. Hasta aquí todo iba bien para Paco, parecía que sus nervios desaparecían por completo mientras llegaba una extraña confianza, se podría decir que en esos momentos estaba más seguro que nunca de la decisión tomada.

Así pasaron varias pruebas, hasta que llegó una instrucción que paralizo a Paco hasta la medula de sus huesos; había que agacharse en cuclillas, dar un par de pasos asi “como pato” y después incorporarse sin ayuda de sus manos. Inmediatamente vino a la mente de Paco la vieja lesión en su rodilla y un pánico le invadió por completo. – Se me hace que hasta aquí llegue – se dijo a sí mismo. En un momento de lucidez, logro vencer los nervios y decidió seguir las instrucciones tal cual, y esperar a un descuido del evaluador para apoyarse con una mano si fuera necesario para poder incorporarse.

Mientras él le rezaba a los mil santos, el enfermero les indicaba que por falta de tiempo, la prueba la harían en grupo, todos al mismo tiempo; sus ruegos habían sido escuchados. Al ser dada la orden, el grupo se agacho en cuclillas, Paco sintió que su rodilla reventaba, pero podría aguantar, disimuló el rictus de dolor de su rostro con una sonrisa boba. Después de unos segundos que parecieron eternos, se escucho la orden de incorporarse. Paco sufría de a poco al intentarlo, sentía que su rodilla daría de si en el intento, pero, milagrosamente otro chico del grupo el cual estaba colocado en el otro extremo del salón, hizo un movimiento en falso y cayó. Esto causo la atención inmediata del evaluador, mientras Paco aprovechaba para apoyarse con la más mínima ayuda de las yemas de sus dedos y lo más discreto posible; prueba superada, Paco estaba de pie y salía bien librado de la prueba.

Lo que paso después de ese momento ya no importaba, Paco solo atinaba a firmar formas y más formas de manera automática, lo único que quería era salir de ese lugar con su autorización y su alta medica. Al paso de unos quince o veinte minutos, por fin estaba fuera de aquel edificio, con su alta medica en la mano. Paco podía respirar tranquilo, y con una sensación de logro; lo hecho, hecho estaba. Comenzaba así para él, un camino difícil que se había trazado, comenzaba la aventura, comenzaba su supuesta independencia, comenzaba el camino de aquel sueño guajiro, que como en la película de “Full Metal Jacket” llegaría a ser el primer niño de su cuadra con una o más muertes a cuestas y certificadas. No había vuelta atrás, comenzaba una nueva aventura, y apenas si el reloj marcaba las siete y media de la mañana... no cabe duda que el destino llega temprano.
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06 junio 2008

Como podía faltar otro viernes musical

Me remonto a unos doce años atrás en mi mente y vienen muchos recuerdos, y algo de música. Me encontraba en mi ultimo semestre de la carrera, terminando practicas profesionales y aceptando un empleo de tiempo completo para el verano en la misma empresa de las practicas... así es, finalmente sucumbía a la maquila.

Me llevo todo tipo de lecciones de aquella experiencia, fueron tiempos difíciles, de tomar al toro por los cuernos, de amores perdidos, de desmañanadas (entraba como todo obrero a las 6:00 AM), de perder mi auto estéreo a manos de los amantes de lo ajeno, de cascaritas futboleras contra la sucursal jarocha (que eran casi media planta) en campos de tierra y de hacer filas interminables en la cafetería de la planta, que este tema merece un escrito aparte.

Fue una época de despertares, pero con todo y eso, era buena época, las cosas iban saliendo bien, por milagro, por magia, mejor dicho por esfuerzo. El calor pegó tan duro ese verano, al igual que otras cosas que hicieron tiritas mi corazón; recuerdo como lo venia tratando de remendar para sostenerlo en una sola pieza mientras viajaba en autobús de sur a norte, de aquel lugar a mi lugar, desde donde pensé en aquel entonces, jamás debí de haber hecho aquel viaje, pero la vida me tenia preparadas mas lecciones en ese verano.

Me quedo pues con esos recuerdos de veranos tormentosos, laboriosos, de experiencias y lecciones y les dejo este pequeño recuerdo, una canción que sonaba mucho en ese tiempo, y me seguía sonando dentro aunque no estuviera en la radio.



Extrañaba los viernes musicales y lo que estos traen.....
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04 junio 2008

No se vale


Apenas hoy me llegó la nota, apenas hoy me di cuenta. La noticia, pero sobre todo, las fotografías, le han dado la vuelta al mundo cibernético y son simple y sencillamente espeluznantes.

No es un secreto, soy un ávido ciclista amateur, de fin de semana y cuando se puede, pero ciclista al fin y al cabo, comenzando en la montaña y por causa de un par de caídas, una artroscopia de hombro y unas cuantas espinas de cactus en el trasero, me he cambiado al ciclismo de ruta. Siempre menosprecie, sin dejar de respetar, el peligro que representa el practicar esta disciplina en los caminos de asfalto que inevitablemente se comparten con los automóviles y los respectivos automovilistas, dicho sea de paso, algunos de ellos no merecen portar una licencia de manejo.

Lo acepto, la vida en general tiene sus riesgos, unos más peligrosos que otros, pero que no me chinguen, esto no se vale.

No se vale que unos cuantos hagan mil esfuerzos por mantener viva una disciplina que de a poco pareciera que se apaga en nuestro país, aunque vuelve por la necesidad que produce el elevado costo del combustible.
No se vale que sea solo responsabilidad del ciclista tener precaución, bajar la velocidad, ser vistoso en el camino y estar alerta todo el tiempo, creo que esta responsabilidad es compartida, “lo cortés no quita lo valiente”.
No se vale que un cabrón hijo de puta, en estado de ebriedad y aparte con no se cuanta mas mierda en su organismo, venga a arrebatarle la vida, prácticamente a asesinar a una persona (y lesionar de gravedad a muchos mas), una persona que se preocupaba por su salud, que me imagino se levantó temprano esa mañana de Domingo para prepararse para la competencia, con el único propósito de convivir, pasar un rato agradable de competencia con sus demás compañeros ciclistas y de alguna manera, transmitir ese ejemplo a los demás que por ahí se asomaran a las calles de la ruta trazada para ese día.

Trato de encontrar una explicación o una lección a tan desagradable acontecimiento y no la encuentro, simplemente no la encuentro, porque no la hay.
Simple y sencillamente no se vale...

Invito a todos aquellos a quienes puedan llegar estas letras, que si no te gusta el deporte, no te pido que lo practiques, no te invito a que te subas a una bicicleta, no te estoy tratando de meter en esto. Lo que si te pido, es que si ves una bicicleta en el camino, la respetes, esa persona también es un ser humano como tu, que por necesidad o por hobbie decidió practicar el ciclismo. Ese ciclista es también padre, hermano, hijo, amigo, pudiera ser tu vecino, pudiera ser tu primo o alguien cercano, en fin, por lo que fuera, respétalo. Creo y me atrevo a decir que en ningún reglamente de transito podrás encontrar un articulo donde se prohíba la circulación de bicicletas por los caminos o vialidades existentes, ya sean de asfalto o de tierra.
Tal vez ese ciclista que encuentres solo te este robando un par de segundos en tu camino a casa o a donde sea que sea tu destino final. Solo es cuestión de bajar la velocidad, esperar y rebasar con precaución, no cuesta nada en absoluto. Si tanto te molesta, solo recuerda las palabras del Benemérito de las Amétricas, Don Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

Nota: Las demás fotos son para mi gusto aparatosas y no las quise mostrar por respeto. Da click en la liga de arriba en la palabra “nota” para los detalles y algunas otras fotos del accidente sucedido en Matamoros, Tamaulipas, México.
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02 junio 2008

De balas y pueblos fantasma


Son las cuatro con treinta minutos de un sábado por la tarde. Me dirijo hacia una vieja hacienda hoy acondicionada como salón de fiestas, en lo que antes eran las afueras de la ciudad, a la recepción de bodas de un buen amigo. Mientras conduzco a mi destino, vienen a mi mente, de golpe, todos los titulares de los diarios locales, de noticieros televisivos y demás.

La situación no esta para menos, así que me entra un poco la paranoia y comienzo a ejercer una excesiva vigilancia de mis alrededores. Se buscan tipos malencarados, con lente oscuro, bigote poblado, en autos de reciente modelo nacionales. Pero los tiempos han cambiado; ahora son otros con diferente perfil los sospechosos comunes, que hasta algunos visten de gente decente, o en los casos más recientes, ni el sabio más sabio podría distinguir a los buenos de los malos, pues traen los mismos uniformes y están mejor entrenados y mucho mejor equipados.

Pero a los pocos segundos en que todo esto se da en mi mente esperando la luz verde del semáforo, me doy cuenta de otra realidad... la ciudad esta prácticamente vacía para ser un sábado a las cuatro y media de la tarde. Este pequeño detalle, que por poco pasa desapercibido, es para mi gusto el mas preocupante.

Nos hemos quejado eternamente del gobierno, de sus malos manejos, de su opresión, de mil cosas mas, pero... no es ahora ni el gobierno ni alguna otra autoridad la que nos esta quitando nuestra libertad, ahora son otros y claro, queremos que nuestras autoridades respondan y nos protejan como debe de ser, y cuando nos damos cuenta de los niveles de corrupción en las agencias de seguridad publica, nos quejamos amargamente, exigimos derechos y nos indignamos.

Y meditando en un par de escritos de compañeros blogeros ( Flama y Carlos ), me doy cuenta que, nosotros también somos responsables de que las cosas se salgan de control. ¿Por que nunca nos indignamos cuando le dimos una “mordida” al policía para que nos dejara ir sin traer placas o licencia? ¿Por qué no nos enojamos con nosotros mismo cuando en alguna ocasión nos sentimos “influyentes” y quisimos resolver algún problema así con esa prepotencia que ahora tanto nos molesta? Ah porque eso si, en Juárez todos somos influyentes, todos conocemos a alguien, al primo del vecino del amigo del gobernador y así podemos seguirle. ¿Por qué solo atinamos a reírnos cuando por ahí escuchamos el famoso chiste o leyenda urbana del niño que contestaba a su maestra “quiero ser narco” a la pregunta de que quisiera ser cuando sea grande?

Me pregunto si nos seguirá causando la misma gracia ahora que vemos todo esto que pareciera sacado de una película de Tarantino, pero, nosotros lo permitimos, dejamos que siguiera avanzando, dejamos que nuestro lema siguiera siendo “el que no tranza no avanza” y la ambición nos cegó completamente. Nos conviene mas una autoridad débil, leyes blanditas y fáciles de doblar, para nuestra comodidad también, total, primero son mis dientes que mis parientes.

Sé que a estas alturas del partido, la responsabilidad no es tan compartida, pues el monstruo ha crecido tanto que, es difícil de controlar. Lo que me entristece es ver la ciudad así, como en el viejo oeste, como un pueblo fantasma, donde al ver llegar a Billy The Kid o algún otro pistolero, todos corrían a sus casas, nadie salía, y solo el polvo y los arbustos secos recorrían las calles. Como dijera Pedro Ferriz (el papa, no el hijo) “no sabemos si reír, llorar o ponernos a rezar”...
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