Con la noche vieja tan cercana y el año nuevo por llegar, vienen a mi mente algunos recuerdos de años anteriores, de cómo los celebre, cuando y en donde. Algunas veces asistí a alguna fiesta en casa de algún amigo, solamente en una ocasión asistí a una cena-baile formal que yo recuerde. ¿Y las demás? De algunas no me acuerdo, pero de otras si me acuerdo, y podría parecer que pasaron como una noche mas, aunque siempre tenia en mente que era eso, la noche vieja, la ultima noche del año, y que comenzaba un año mas, con nuevos retos, y con sorpresas, como aquella noche del ochenta y cuatro.
Si mal no recuerdo, casi siempre todos en casa tenían su plan, yo era un adolescente de secundaria, mi hermana ya en preparatoria tenia alguna fiesta en casa de algún compañero de clase, y mis papas rara vez salían en año nuevo, con algunas excepciones ¿Y yo? Yo prefería quedarme en casa, era mi época de “Nerd”, de “Geek”, de ratón de biblioteca, así que prefería quedarme precisamente en esa noche, haciendo la tarea que me habían dejado para las vacaciones de invierno, y me proponía terminarla toda en esa misma noche, antes de que dieran las doce, como para recibir el año bien. Recuerdo que mi compañía en esa noche era una maquina de escribir, lápices, hojas, y un viejo radio estereo en el que escuchaba el programa de Casey Kasem en ingles (privilegio de vivir en la frontera) “America’s Top 40” edición especial, en el cual enumeraban las cuarenta mejores canciones del año de acuerdo a la revista norteamericana Billboard.
Creo que no fue la única noche que hice eso, no viene con claridad a mi mente pero creo que al año siguiente también hice lo mismo. Así era pues mi despedida del año, haciendo tarea, unas hojas, lápices, maquina de escribir, la radio y al final, el conteo, la llegada del año nuevo, y un poco de sidra y un brindis con mi madre que todavía se encontraba despierta; en otras ocasiones fue un brindis solitario, asomarme por la ventana y ver algunos fuegos artificiales, cuando los había, o el escuchar los balazos al aire de algunos inconscientes animados por el alcohol.
Esta historia puede contener un aire de tristeza, de nostalgia, pero ¿que historia de año nuevo no lo tiene? Tal vez refugiaba mi soledad en esa tarea, en terminarla antes de tiempo, y en usar ese pretexto para pasar el año nuevo así, solo, a veces con alguna compañía, pero al final, creo que disfrute esas noches solo. Me hicieron reflexionar, valorar lo que tenia en ese entonces, y revisar lo que había hecho en el año, y los retos que vendrían en el siguiente, pero siempre acompañado de alguna canción, del inseparable radio que le daba armonía y frecuencia a mis momentos, a mis noches viejas.
Espero que todos la pasen bien en estas fechas, y que el Nuevo Año 2007 les traiga bendiciones, retos, salud y oportunidades para seguir creciendo y seguir trascendiendo, pero sobre todo, para seguir recordando esos buenos momentos, que nos sirven de energía, esos momentos que guardamos por ahí en una esquina polvorienta... ¡Adivinaron bien! En una esquina polvorienta del ático.
PD. Para los que no lo sabían, la canción numero uno de ese año fue “When Doves Cry” de Prince.
PD.2 ... y si, el dibujo (si es que blogger lo permite) es creación mía, son mis intentos de monero, pero esa, esa es otra historia.
Si mal no recuerdo, casi siempre todos en casa tenían su plan, yo era un adolescente de secundaria, mi hermana ya en preparatoria tenia alguna fiesta en casa de algún compañero de clase, y mis papas rara vez salían en año nuevo, con algunas excepciones ¿Y yo? Yo prefería quedarme en casa, era mi época de “Nerd”, de “Geek”, de ratón de biblioteca, así que prefería quedarme precisamente en esa noche, haciendo la tarea que me habían dejado para las vacaciones de invierno, y me proponía terminarla toda en esa misma noche, antes de que dieran las doce, como para recibir el año bien. Recuerdo que mi compañía en esa noche era una maquina de escribir, lápices, hojas, y un viejo radio estereo en el que escuchaba el programa de Casey Kasem en ingles (privilegio de vivir en la frontera) “America’s Top 40” edición especial, en el cual enumeraban las cuarenta mejores canciones del año de acuerdo a la revista norteamericana Billboard.
Creo que no fue la única noche que hice eso, no viene con claridad a mi mente pero creo que al año siguiente también hice lo mismo. Así era pues mi despedida del año, haciendo tarea, unas hojas, lápices, maquina de escribir, la radio y al final, el conteo, la llegada del año nuevo, y un poco de sidra y un brindis con mi madre que todavía se encontraba despierta; en otras ocasiones fue un brindis solitario, asomarme por la ventana y ver algunos fuegos artificiales, cuando los había, o el escuchar los balazos al aire de algunos inconscientes animados por el alcohol.
Esta historia puede contener un aire de tristeza, de nostalgia, pero ¿que historia de año nuevo no lo tiene? Tal vez refugiaba mi soledad en esa tarea, en terminarla antes de tiempo, y en usar ese pretexto para pasar el año nuevo así, solo, a veces con alguna compañía, pero al final, creo que disfrute esas noches solo. Me hicieron reflexionar, valorar lo que tenia en ese entonces, y revisar lo que había hecho en el año, y los retos que vendrían en el siguiente, pero siempre acompañado de alguna canción, del inseparable radio que le daba armonía y frecuencia a mis momentos, a mis noches viejas.
Espero que todos la pasen bien en estas fechas, y que el Nuevo Año 2007 les traiga bendiciones, retos, salud y oportunidades para seguir creciendo y seguir trascendiendo, pero sobre todo, para seguir recordando esos buenos momentos, que nos sirven de energía, esos momentos que guardamos por ahí en una esquina polvorienta... ¡Adivinaron bien! En una esquina polvorienta del ático.
PD. Para los que no lo sabían, la canción numero uno de ese año fue “When Doves Cry” de Prince.
PD.2 ... y si, el dibujo (si es que blogger lo permite) es creación mía, son mis intentos de monero, pero esa, esa es otra historia.