El despertar de aquella mañana fue un gran alivio para mí, aunque en el transcurso de volver a la realidad y darme cuenta donde estaba, la angustia llegó a ser asfixiante. Me di cuenta que todo era un sueño, un mal sueño, algo que quise denominar como sueños de nada.
Es curioso, siempre me he considerado un soñador, de hecho sueño despierto muchas veces, imagino, me veo en tal o cual situación. El problema tal vez estriba en pasar de contemplar esos sueños, a ir con todo tras ellos, perseguirlos hasta lograrlos, o morir en el intento. Pero volviendo a lo que es estrictamente onírico, de un buen tiempo a la fecha, no puedo recordar absolutamente nada de lo que en mis sueños pasa. Por la mañana solo sé que el sueño fue intenso por mi manera estrepitosa de despertar, sé que hubo sentimientos, miedos, alegrías, muchas cosas involucradas, pero no recuerdo ni jota, ni un detalla general, mucho menos un rostro, un color, una descripción, y eso, eso me disturba sobre manera, es como si se me hubiera ido un extraño poder “mágico”, algo que no se puede explicar.
La ausencia no podía durar mucho, pero la experiencia no seria tan agradable del todo. Creo que todo fue simbólico, porque son solo breves momentos, como “flashasos” lo que recuerdo de mi ahora recobrado sueño. El detalle más simbólico y más claro, fue el recordar una especie de cuarto oscuro, de madera, piso de madera antiguo, una pequeña ventana por la que entraba algo de luz, un techo de dos aguas, algo deteriorado pero sin acabados, madera a todo mi alrededor, y podía percibir ese olor a humedad combinado con dicha madera, pero curiosamente, no percibí ni una pizca de polvo. El lugar estaba inmaculadamente limpio. Pero lo sorprendente no era la limpieza en cuanto a la higiene se refiere, sino también a la ocupación del lugar, pues éste se encontraba completamente vació, no había nada, ni una silla, ni un banquito, vamos, ni siquiera la clásica trampita de ratón en la esquina... no había nada.
Lo angustiante en este caso era que la sensación de vació me golpeaba duro, porque yo sentía que estaba en ese lugar en busca de algo (¿o de alguien tal vez?) pero sin saber exactamente qué, solo se que estaba en ese lugar buscando algo que sentía con mucha seguridad iba a encontrar, y aquí la angustia de ver el lugar completamente vació, envidiablemente limpio, cosa que en otra ocasión hubiese sido agradable para mi, pero no en ese momento. Podía escuchar el crujir de la madera mientras daba unos pasos hacia acá, hacia allá, de pared a pared, hasta tener que agachar mi cuerpo un poco para llegar a un extremo debido a la inclinación del techo. No había nada, ni siquiera una astilla en el suelo, nada.
Al recobrar la conciencia después de tan peculiar sueño, pude aclarar o reconocer algo: el lugar era un ático, tal vez mi propio ático ¿una simbología tal vez? Creo que si, creo que el lugar si era mi ático, pero todavía no puedo identificar aquello que buscaba con ansiedad, como bien dije, puede ser algo o alguien, o tal vez mi angustia fue por ver perdido todo lo que guardo ahí, como si mi memoria se secara y todo se fuera por el caño. ¿Será que mi vida es mejor en caos, en “desmadre organizado” pero llena de recuerdos y cosas? Solo sé que ese vacío me dio un escalofrió terrible, y que ejercitare mi memoria al máximo, pues no soy nada sin mis recuerdos, sin mi nostalgia.