22 diciembre 2015

Terminando de empezar o empezando a terminar

Después de andar en todo y no hacerla en nada, regreso al lugar donde me inicie en los menesteres chismograficos digitales: mí hasta ahora abandonado blog.  
Porque siempre habrá algo que decir, una mentada que espetar, un reclamo al aire que hacer, memorias por contar, traumas por oxigenar, catarsis por pseudo ejercer, en fin…  Ahora más viejo, con algunos años de “experiencia” y con hartazgo de muchas cosas, medio anárquico el vato pero sin rumbo.
En estos días me tomo unas vacaciones voluntarias del mundo de las redes sociales.  Las corte de tajo; me harte de todo y de todos.  Las redes sociales pueden servir de enlace pero las dirigimos a lugares de fines muy oscuros.  Las redes pues (en particular la de la “efe” azul) son el escaparate de la estupidez humana.  Y no me excluyo porque sé que soy la principal causa de mi hartazgo.  El tiempo invertido en exceso en ese rincón digital glamoroso me dejo así, pero al final de cuentas lo hacía sin que nadie me obligara, solito me ponía de pechito, por lo mismo tome la determinación de dejarlo a la “cold turkey” como dicen los gringos, de tajo y sin decir agua va.
Al menos el mentado “ejercicio de liberación” me ha dejado más tiempo, de ocio y/o de aprovechamiento para retomar un poco de lectura, hobbies y de introspección.  Pero sobre todo para vivir y disfrutar de la vida al día en el mundo real, el que de verdad importa, en el que la interacción es real, sin caretas, frases fingidas, comentarios obligados y el tenga buen hombre su like.

Veamos hasta donde llego, pero por lo pronto retomo este espacio, y este ejercicio que desde siempre me apasionó: el ordenar letras, palabras, ideas, y escribir…
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