El
mundo es una pesadilla de un tiempo a la fecha.
Elecciones gringas, un payaso a la casa blanca, otros payasos
aterrorizando incautos, bombardeos, atentados, guerras de palabras y de armas,
tragedias futbolísticas. Cada que abro
los medios informativos es para leer o escuchar porquerías. El mundo esta al revés. Vivo en una eterna pesadilla y cada vez estoy
mas solo que nunca, rodeado de puros fantoches.
Amigos ….los deje de tener hace tiempo; tengo “conocidos” que es
diferente, los “disque amigos” hace tiempo que emprendieron la disimulada y
graciosa huida en pasitos para atrás, arreculando, por voluntad propia u
ordenes supremas de sus respectivas medias naranjas o sus amigos imaginarios
colectivos (quite usted, si gusta y no se espanta, la “s” a estas tres últimas
palabras)
Es
triste darse cuenta de todo esto como de golpe, pero mas triste es vivir en
negación. La verdad siempre ha estado
ahí, solo que hasta que uno despierta, comienza a darse cuenta de cómo se mueve
el agua, de cómo son las cosas, de que lado masca la iguana. Este mundo se mueve por fuerzas invisibles,
casi palpables que están ahí siempre a nuestro alrededor. Intereses mezquinos, ambición de poder, de
dinero, de control. De esto no se salva
nadie, porque no solo aplica a políticos, presidentes o gobernadores, diputados
y senadores. Aplica hasta en los
ordinarios que nos rodean, los “disque amigos”.
Si tu no generas cierta ganancia o cierta cantidad o cierto retorno de
inversión, tu relación con tal o cual persona pasa a segundo plano. Que digo segundo plano, pasa al final de la
cola. With money dances the dog – decía
un antiguo compañero de trabajo; que razón tenia este cabrón.
Y es
así como el desfile de fantoches se hace mas aparente, mas sorprendente o mas
interesante según sea la etapa de “despertar de la conciencia”. Y lo vemos en las noticias, y lo vemos en
nuestros trabajos, en nuestro andar diario.
Lo que importa son las apariencias, ser mas chingón que el otro, mas
exitoso. Por lo mismo, las relaciones de
amistad, de parentesco o lo que sea, pasa a bajar por el caño al mundo de
despojos humanos, porque ese es el valor que le damos, y los fantoches pasan a
la delantera de la carrerita de ratas, de cuello blanco, azul, en “v” o como
quieran. Y las redes, televisión, medios
de comunicación en general, pasan a ser el escaparate de los fantoches; están
en todas partes. Y es cuando recuerdo esa
frase de un gran amigo de infancia “Ay San Judas Tadeo, que tengo en los ojos
que puros ojetes veo”.
Espero
despertar de mi pesadilla en una vida de estas….