13 febrero 2018

Historias de “amor”, de “amistad” y de ganchos al hígado



(Noche de juerga, después de varias cervezas con “Y”)
  • -       Neta, neta, yo si te considero mi compa, mi camarada!
  • -       No pues salud por esa!


(Pasado algún tiempo, y luego de alguna desavenencia de faldas)
  • -       Tu alguna vez mencionaste que a los hombres no se les miente como a las mujeres..
  • -       Y así es….
  • -       Entonces dime, ¿le mentirías a un amigo, a un compa?
  • -       ¡Por supuesto que no!
  • -       Entonces ahora entiendo porque me mentiste con respecto a ti y “X”, porque no somos compas… Me hubieras hablado claro desde un principio y nos hubiésemos ahorrado todo el drama, pero gracias por la aclaración.

(Gancho al hígado)

(Algún tiempo atrás, conversación con “X” derivada de un distanciamiento)
  • -       Me duele que estemos distanciados…
  • -       A mi también..
  • -       ¿podemos hacer que todo sea como antes?
  • -       ¡Claro que si!
  • -       J


(Poco después durante una conversación con “X”)
  • -       Hola ¿cómo estas?, ¿qué tal tu día?
  • -       Muy bien, fíjate que bla bla bla…  ¿y el tuyo?
  • -       Eh… (tecleando en el móvil) bien bien….
  • -       Ahhh, ok....
  • -       click, click, click… este… pues si … si, fíjate… ¿y tu?
  • -       Ya te dije… pero bueno, no te quito mas tu tiempo, después hablamos ¿no?
  • -       Este… si si claro… (siguen las risas con el móvil, igrnorando completamente)

(Ouch! Otro gancho al hígado… que tan difícil es sumar 2 mas dos)

(Alguna otra ocasión en el espacio-tiempo)
  • -       Ahhhhh quiero estar así toda la vida!
  • -       Yo también!
  • -       Te voy a amar siempre!
  • -       DItto


(Esta demás decir que al poco tiempo después)
  • -       Como me chocas! Te odio, te aborrezco!
  • -       Eres bien correspondida…
  • -       No entiendo como apareciste en mi vida.  Lárgate!

(Otro gancho mas al hígado, me cuentan hasta diez y no me levanto)


Según Aristóteles, existen tres tipos de amistad, dos son accidentales y la tercera es mas intencional.  La primera es la de utilidad, es donde las personas están involucradas mas por recibir algún beneficio, ya sea alguna de las partes o ambos. La segunda es la basada en el placer o actividades comunes, como los amigos de juerga, o los amigos de la actividad deportiva.  La tercera es la amistad de lo bueno, porque en esta se aprecia lo bueno y virtuoso de la vida y no es por razones de sacar provecho del otro…

Creo que Don Aristóteles no estaba tan errado, porque es difícil contar los amigos verdaderos, ahora si que del “tercer tipo”… casi casi como una bizarra analogía con extraterrestres, porque son difíciles de ver, mucho mas contar con ellos.

Ojala aprendiéramos todos a valorar a nuestros amigos y el tiempo que algunos de ellos invierten en nosotros.  Como dejar de lado el móvil y demás actividades y de verdad escuchar con atención al amigo que nos habla… claro, siempre y cuando la amistad este ahí, sea real, exista!  De otra manera, seguiremos surfeando el aparato celular, o utilizando a la gente "por mientras", hasta que el amigo accidental se haya ido, ¿o me equivoco?

Posdata: 
Todo este cuento es producto de la fantasía utópica del autor.  Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.  
¡Feliz no día!
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