Una cita, un café, una charla... amigos.

La tarde pintaba bien, la anticipación había servido como un cargador de energía positiva, que me daba la pauta para asistir con mas ganas a la reunión pactada para aquel Jueves a las siete de la tarde. Ni la noticia de que mi magoo-movil pasaría pronto a mejor vida me detenía en ánimos ni en logística para asistir, todo estaba listo.

Un camino sin contratiempos se prestaba para mi llegada puntual a la cita, como siempre, con algo de nervios naturales, que se fueron apagando conforme los recuerdos de la reunión anterior llegaban a mi mente y me refrescaban la buena onda que habíamos llegado a formar en tan poco tiempo y con tan pocos asistentes.

Entro al lugar, como siempre respiro ese aire “ecléctico” que me gusta, la media luz del interior contrastando con la luz natural del astro rey que afuera de a poco se iba apagando. Buscando con mi mirada miope, al fondo, la barra, a la izquierda, y nadie conocido. Uno de los meseros me indica que al fondo a mano izquierda me estarían esperando. Llego a dicha mesa del rincón, nadie conocido, y aun que existía la posibilidad de que fuera alguien que todavía no conocía en persona, me dieron la impresión de que no me estaban esperando a mí. Así que tome la primera mesa disponible, y me senté a esperar mientras leía la carta al ritmo de “Aire soy” de Miguel Bosé.

A los pocos minutos, arribaron Carlos y el Pelos, y comenzó la platica, cabe mencionar que a ellos los conozco desde mis tiempos de estudiante, así que el ambiente empezó a cobrar familiaridad muy pronto. Durante todo este tiempo, siempre estuve al pendiente del umbral de la puerta, para ver si alguien con cara de “blogero” llegaba. Al poco tiempo, una chica hace su aparición, también en busca de la mesa del rincón obteniendo la misma reacción, creo que la reconocí desde el principio pero dude, así que se dirigió a nuestra mesa y preguntó ¿Ustedes son blogeros? Así es como conocí a Nuri, con una linda sonrisa en su rostro y una agradable platica. De esta forma iba comenzando oficialmente la velada.

Después fueron llegando los demás: Vicky con esa aura, esa energía tan particular que fácilmente contagia, luego ahí decidimos pasarnos a una mesa mas grade, juntamos dos, y al poco rato llego Roger, ese compañero de mil batallas, amigo mío desde la escuela primaria, luego llegó Reno, a quien ya había conocido en una reunión anterior, Carlos KF con su novia, después Bombon y Circe (a quienes tuve el gusto de conocer esa noche), y al final Martha, quien ya nos había avisado que llegaría mas tarde, en fin, llegaron todos los que fuimos, pero siempre estuvimos pendientes de la puerta, esperando mas asistentes, con lo que tuvimos siempre presentes a todos los ausentes. (mucho verso sin esfuerzo)

La velada fue muy agradable, entablando conversaciones de todo y de nada, rompiendo el hielo, cosa que se logro de cierta manera con facilidad, pues todo esto se daba como una especie de extensión a nuestras letras cibernéticas, era un explorar ideas, conocer posturas, pero en un ambiente mas relajado, mas de camaradería, en un plano mas neutral, mas de convivencia, de identificación con nuestras rutinas diarias de trabajadores, estudiantes, amigos, padres de familia, que se yo.
El tiempo siguió su marcha y nos llego la hora de despedirnos, de manera muy rápida. Creo que todos nos quedamos con las ganas de seguir conviviendo. Fue muy agradable descubrir el rostro, sonrisa y más detalles de aquellos personajes detrás de las letras, anécdotas y mucho mas que encierra cada uno de sus blogs. Quedamos en repetir la ocasión, de momento, de nuevo será algo casual, mas sin embargo nos quedamos con muchas y buenas ideas para convivir pero sobre todo compartir, un poco mas de lo que nos mueve a pasar algunas horas frente al teclado de nuestras computadoras (y algunos mas técnicos hasta con el Wii verdad Circe? jejejejeje) y escribir, y descubrir eso que nos mueve a hacerlo. Creo que en el proceso descubriremos muchas mas similitudes que nos hacen, definitivamente, parte de una subespecie de cibernautas urbanos, donde por casualidad la geografía nos enmarcó por estas latitudes, pero donde definitivamente las fronteras no nos limitan. Prueba de esto último, es la visita virtual vía telefónica que tuvimos de Vane en nuestra reunión, desde la mismísima Republica Oriental del Uruguay; sin duda alguna un placer enorme y una bonita sorpresa.

En fin, estamos listos ya para la siguiente, de nueva cuenta, esperando que no sea la ultima, y al mismo tiempo esperando que se nos unan cada vez mas almas a esta bonita aventura que hace algún tiempo iniciamos. Un abrazo a todos los presentes y de igual forma a los ausentes, que siempre estuvieron en nuestra platica y en nuestro pensamiento.