13 diciembre 2010

Reflejos retrovisores


Ahí estaba ella, su imagen reflejada por el espejo retrovisor del auto, mientras él emprendía su marcha. La distancia comenzaba a sumar y aquella imagen se hacia lentamente mas pequeña. Poca era la distancia recorrida y ya le desgarraba el alma, como si fuese dejando un rastro de sangre lenta, espesa y roja detrás de su auto. La herida se abría al momento en que la incertidumbre entraba por la puerta, ignorando cuando la volvería a ver. De lo único que estaba seguro era del momento que acababa de pasar junto a ella, en inolvidable entorno, como de ensueño, de alguna historia cautivante, publicable o prohibida. Pero el tiempo siempre apremia, los relojes desgraciadamente marcan horas, que a veces duelen por su significado; para unos las doce podrán significar la gloria, para otros el infierno, quien le manda marcar horas a esos malditos artefactos. El auto seguía su marcha, la distancia seguía sumando y la imagen era ahora casi inteligible, un pequeño manchón en aquel rectángulo – si no supiera que ese puntito es ella me volvería mas loco - se decía a si mismo mientras esperaba la luz verde del semáforo. ¿Qué se supone que debía sentir en ese momento? Mejor aun, ¿Qué se supone que debía hacer en ese instante? Ironías de la vida, que pasan de un instante sublime a un instante amargo, como son las despedidas, por eso él las odiaba, las evitaba, como lo acababa de hacer minutos antes de comenzar a monitorear aquel punto en su retrovisor como si fuera un radar de navegación aérea. Los sentimientos son extraños, como extraña es la vida cuando te presenta situaciones que no sabes descifrar entre oportunidades o escaparates. ¿No sabes o no quieres? Cada quien sabe la respuesta porque ambas posibilidades son validas, inclusive una tercera, o cuarta, o quinta, las que fueran. Y como todo, no puede durar para siempre, el instante se acaba al doblar con su auto la esquina y con ello hacer que el puntito desaparezca del retrovisor...
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4 comments:

majana dijo...

Me pregunto que habrá pensado y sentido ella, habrá sido algo parecido?...creo que es material para otro post.

Que historia tan bonita y triste también y por lo mismo muyyy
romántica, de cuento....

Me encanta venir aquí! todos tus post tienen magia. Y pues no esta por demás decir otra vez que me encanta como escribes!

Gracias por compartir :)

Mr. Magoo... dijo...

Majana: Buena pregunta, me gustaria poder leerlo desde la perspectiva de ella, seria un buen ejercicio complementario aparte como bien dices.

El cuento da para eso y mas, el romanticismo tiene eso, se carga de nostalgia, el amor asi es, tiene esa ambivalencia de alegria y dolor a la vez, que juegan y conviven a placer, pero es parte del juego y en este caso parte de la historia.

Mil gracias por tus palabras, llegan bien y motivan a seguir imaginando, creando y escribiendo. Y gracias por seguir pasando a este espacio, siempre habra algo para compartir.

Un abrazo

Victoria dijo...

un cuento dulce-amargo

Mr. Magoo... dijo...

Victoria: Es un cuento romantico, que cuento romantico no sera dulce-amargo? Creo que todos, es parte del show, va junto con pegado como dicen....
Gracias por pasar. Un abrazo.