Y así como si nada se acabó este año 2010; una parte se fue lenta, otra se fue muy rápido, pero se acabó, en unas pocas horas mas en este lado del hemisferio, en este lado del Atlántico, y del Pacifico y de longitudes y latitudes, se nos acaba el año.
No soy muy dado a estas reflexiones, no soy muy dado estas celebraciones, no tengo recuerdos muy gratos o muy vividos, pues la celebración nunca fue muy arraigada en este individuo tristón de las orillas.
Como en el escrito anterior, razones las había de sobra para ser el “grinch” y renegar de lo que me trajo este año, pero alguien me ayudó a verlo en otra perspectiva, y en vez de renegar doy gracias, porque de lo malo he aprendido, tal vez no como debería, tal vez me falta mas por aprender, pero se me dio esa oportunidad de hacerlo con esos retos y esas fallas. Desde lesiones físicas hasta lesiones del alma, de todo hubo, como en botica.
Y de lo bueno, me quedo con muchas cosas, buenos momentos, buenos amigos, nuevos amigos, personas que se han cruzado en mi camino, unas llegan y se van, otras llegan para quedarse, otras que siempre están, y otras mas que se que siempre estarán; oportunidades para agradecer la naturaleza humana, tal cual es, sin mas ni menos.
Con esto me quedo, lo atesoro en mi corazón, y sigo adelante, porque esos momentos buenos, agradables, de sonrisas y risas, son los que hacen sentir que vale la pena vivir, con lo que se nos pone enfrente, con vicisitudes, con alegrías, con penas, con enfermedades y con momentos de plenitud, el camino es largo, y uno decide seguir caminándolo, y de uno depende con que cara se le enfrenta. También se aprende a tomar la mano de quien te la extiende de la manera mas sincera, para salir del atolladero y seguir el camino, pues ahí andamos todos.
Venga pues 2011, te espero como vengas, a sacar el capote y hacer dos tres verónicas, que la vida es más que eso, y sigue su marcha y la enfrentamos con la cara que nos queda pero la enfrentamos, compactitos, serenos, con paciencia y perseverancia.
¡Un abrazo a todos y Feliz Año Nuevo!
No soy muy dado a estas reflexiones, no soy muy dado estas celebraciones, no tengo recuerdos muy gratos o muy vividos, pues la celebración nunca fue muy arraigada en este individuo tristón de las orillas.
Como en el escrito anterior, razones las había de sobra para ser el “grinch” y renegar de lo que me trajo este año, pero alguien me ayudó a verlo en otra perspectiva, y en vez de renegar doy gracias, porque de lo malo he aprendido, tal vez no como debería, tal vez me falta mas por aprender, pero se me dio esa oportunidad de hacerlo con esos retos y esas fallas. Desde lesiones físicas hasta lesiones del alma, de todo hubo, como en botica.
Y de lo bueno, me quedo con muchas cosas, buenos momentos, buenos amigos, nuevos amigos, personas que se han cruzado en mi camino, unas llegan y se van, otras llegan para quedarse, otras que siempre están, y otras mas que se que siempre estarán; oportunidades para agradecer la naturaleza humana, tal cual es, sin mas ni menos.
Con esto me quedo, lo atesoro en mi corazón, y sigo adelante, porque esos momentos buenos, agradables, de sonrisas y risas, son los que hacen sentir que vale la pena vivir, con lo que se nos pone enfrente, con vicisitudes, con alegrías, con penas, con enfermedades y con momentos de plenitud, el camino es largo, y uno decide seguir caminándolo, y de uno depende con que cara se le enfrenta. También se aprende a tomar la mano de quien te la extiende de la manera mas sincera, para salir del atolladero y seguir el camino, pues ahí andamos todos.
Venga pues 2011, te espero como vengas, a sacar el capote y hacer dos tres verónicas, que la vida es más que eso, y sigue su marcha y la enfrentamos con la cara que nos queda pero la enfrentamos, compactitos, serenos, con paciencia y perseverancia.
¡Un abrazo a todos y Feliz Año Nuevo!