Como que
últimamente se esta volviendo mi costumbre el expresar un acalorado desprecio
por las redes sociales. Y a todo esto,
¿en que me baso? Pues mi justificación principal es que el vertiginoso ritmo de
vida que llevamos (o al que nos han llevado, tema aparte) nos hace vivir el
“multitasking” a tal grado que abusamos de el.
Trasladado esto al mundo de las redes, en infinidad de ocasiones pasamos
a ser “el por mientras”, el o la persona en turno que es objeto de la platica o
de la atención en la red social o medio de comunicación moderno, esto hasta que
aburramos, demos flojerita o llegue el plato fuerte, la persona o tema que el
interlocutor verdaderamente estaba esperando para verter todo su tiempo,
tripas, corazón y dígitos a velocidades extremas.
Y hablo en
plural, pecando de ingenuo, porque todo esto de las redes sociales, chats, etc.
es un deporte de apreciación niños y niñas, siempre depende del cristal con que
se mira, del humor o estado de animo que uno traiga en ese momento, y si esta
combinación es mala, pues fregado esta el asunto… para el que se la cree.
Ser el “por
mientras” es de lo mas jodido que pueda uno ser o sentir. Apreciación aparte, el ser el “por mientras” te
deja sentimientos de frustración enormes.
Y esto no es limitado al espacio cibernético, pues también ocurre en la
interacción personal, aunque el 99.9% sea a causa de un dispositivo electrónico
de comunicación, sea de la denominación que fuere.
No culpo a la
tecnología, pues esta nos mantiene a la vanguardia y nos permite innovar y
mejorar, solo que en algunos casos pareciera hacer lo contrario, pero creo que
somos nosotros, los humanos, los principales causante de este tipo de situaciones;
el “drama cibernético” esta a la orden del día.
El “por mientras”
pasa a ser el invitado incomodo que les permite a esas personas “matar el tiempo”
mientras llegan a su destino, o mientras alguien mas a quien si estaban
esperando, llega y los saca del apuro.
La cosa es estar activo, “en línea”, sin aburrirte. Hay que llenar los espacios con lo que sea,
aunque después nos estemos arrepintiendo.
Y ahí seguimos, entre emojis, caritas felices, corazones y demás baile
de ilusiones, hasta que se acaba el veinte, de golpe y porrazo.
Lo peor del caso,
es que muchos de los que hemos estado en ese grupo de los “por mientras” lo
seguimos haciendo, no queremos dejar ese gremio, y seguimos cayendo. Somos tercos, no aprendemos. Personalmente, poco a poco me he ido
deshaciendo de algunos de esos medios, pero existen otros de los que no se
puede uno escapar, porque en realidad si cumplen con su cometido principal, el
de la comunicación.
Sigamos pues
siendo los “por mientras”, por mientras que llega otra red social u otro medio
de comunicación que nos otorgue otra denominación a aquellos que en realidad
valoramos la comunicación, sobre todo con los seres queridos. Siempre habrá un roto para un descosido,
siempre habrá un por mientras para un aburrido, aunque se juegue con los
sentimientos, esos que están desvalorados cada vez mas…
2 comments:
Completamente de acuerdo contigo. Y esto no es nada, esta generacion de tecnologicos aun esta en proceso, esperate unos años mas y veras ahi veremos las consecuencias de esta era zombi. un saludote. buenas tardes.
Pues, yo feliz, porque por éstas redes los " conocí !
Bendiciones !!
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